Régimen de Vichy, 1943-1944

Al ser ocupada la «Zona Libre» de Francia por el Tercer Reich en Noviembre de 1942 como respuesta el desembarco de Estados Unidos y Gran Bretaña en el Norte de África durante la denominada «Operación Torch», el régimen del Mariscal Philippe Pétain perdió el control del África Occidental Francesa y de la mayor parte del Imperio Francés que pasaron a quedar bajo control de la Francia Libre del general Charles De Gaulle. A partir de entonces todo el territorio dependiente del Ejército Alemán y por ende del Gobierno de Vichy, experimentó una transición de la paz hacia la violencia más extrema por culpa del auge de los ataques de la Resistencia Francesa y de la radicalización de las milicias fascistas pro-Eje, dando lugar a una especie de Guerra Civil Francesa.

Las «Dos Francias»

La independencia de la Francia de Vichy acabó para siempre el 11 de Noviembre de 1942, cuando Alemania ocupó la «Zona Libre» para disolver al Ejército Francés de 100.000 hombres que estipulaba el Armisticio de Compiègne del año 1940 y someter a todas las instituciones a los dictados del Gobierno de Berlín. Aunque el régimen continuó gestionando la administración del país bajo el liderazgo del Primer Ministro Pierre Laval, cualquier iniciativa del importancia tenía que ser previamente aprobada por las fuerzas de ocupación del Ejército Alemán. Solamente los movimientos fascistas fuera del Gobierno Vichysta gozaron de amplia autonomía para llevar a cabo sus mítines, movilizaciones sociales y propaganda como las juventudes de los «Jóvenes del Mariscal» o el Frente Revolucionario Nacional (FRN) que por iniciativa de Marcel Déat aglutinó a Unión Nacional Popular (RNP), al Partido Francista, a los Jóvenes de la Nueva Europa y al Comité de Acción Antibolchevique, aunque sin duda la organización con mayor peso fue el Movimiento Popular Francés (MPF) de Jaques Doriot que actuando por cuenta propia creó sus propias milicias a las que bautizó como la Milicia Revolucionaria Nacional y el Movimiento Popular Francés «Gardes Françaises».

Fuera del territorio metropolitano de la Francia de Vichy apenas se pudieron mantener las colonias del «Imperio de Ultramar», ya que por ejemplo en Latinoamérica la Guayana Francesa y las Islas de Caribe fueron cedidas a la Francia Libre tras una desembarco de las tropas de Estados Unidos. Respecto a África solamente Djibuti permaneció leal al Mariscal Philippe Pétain hasta que tras un férreo bloqueo por parte la Marina Real Británica que dejó 100.000 africanos fallecidos por inanición, el protectorado se rindió a las fuerzas de la Commonwealth; mientras que en Túnez una unidad militar vichysta denominada Falange Africana que estaba al mando del oficial Pierre Cristofini combatió del lado de las tropas ítalo-germanas del Afrika Korps del mariscal Erwin Rommel hasta que la colonia cayó en poder de los Aliados. Finalmente en el Sudeste Asiático, la Indochina Francesa que estaba ocupada por Japón continuó bajo el régimen vichysta del almirante Jean Decaux, aunque el cerco al que la sometieron sus oponentes y las requisas efectuadas por los japoneses derivaron en la Hambruna de Vietnam que dejó 1 millón de vietnamitas y tonkineses muertos.

Primer Ministro Pierre Laval con el Mariscal Philippe Pétain acompañados de la Milicia Francesa.

Sería precisamente en el «Imperio de Ultramar» donde fue tomando forma la Francia Libre bajo la dirección del antiguo Primer Ministro de la Francia de Vichy, el almirante François Darlan que había traicionado al Mariscal Philippe Pétain durante la «Operación Torch» al rebelarse en Marruecos y Argelia, aunque al poco tiempo de su repentino cambio de bando fue inesperadamente asesinado por un pistolero antifascista llamado Ferdinand Bonnier de la Chapelle, quién fue inmediatamente capturado, juzgado y fusilado por orden del general Henri Giraud al mando del Ejército Francés Libre. A partir de entonces éste último tomó las riendas tanto de la administración como de las tropas coloniales en África hasta que el 3 de Junio de 1943 se constituyó definitivamente el Comité Francés de Liberación Nacional (CFLN) que reconoció como único jefe legítimo del «gobierno en el exilio» al general Charles De Gaulle.

Con la Francia Libre dominando sobre la mayor parte del «Imperio de Ultramar» y también sobre la Isla de Córcega que fue invadida por el Ejército Francés Libre del general Henri Giraud en Septiembre de 1943, convirtiéndose de esta manera en la primera provincia metropolitana liberada, se fue dotando a la Resistencia Francesa de cierta legalidad y tutela por parte del exterior mediante el nacimiento del Comité Nacional de la Resistencia. Esta iniciativa agrupó a la mayor parte de las facciones anti-alemanas como a los Partisanos Francotiradores Franceses (Francs-Tireurs Partisans Français o FTPF) adscritos al Partido Comunista Francés, o al Grupo «Carte» liderado por Andre Girard que se constituía por derechistas y gaullistas, así como también la Organización Cívico-Militar, los nacionalistas “Combat” de Lyon, los socialdemócratas del Comité de Acción Socialista (CAS) o los sindicalistas de “Liberation”, además de unirse a los resistentes los fascistas de las antiguas Cruces de Fuego (Creux de Feu) articulados en el Progreso Social Francés de François de La Rocque.

Guerra Civil Francesa

La Resistencia Francesa se convirtió desde 1943 en el mayor problema de la Francia de Vichy porque los guerrilleros se extendieron a lo largo y ancho de toda la geografía de la vieja «Zona Libre» mientras atacaban a las milicias petainistas, descarrilaban trenes, causaban atentados con bombas e incluso quemaban cultivos y campos. Estos partisanos que pronto fueron conocidos como los «maquis», se concentraron fundamentalmente en el Macizo Central, los Pirineos, los Vosgos, Limousin, Grenoble o los bosques de Normandía. Sorprendentemente y pesar de que siempre recibieron ayuda constante por parte del Servicio Secreto Británico (SOE) en forma de armas y equipo, las rivalidades internas provocaron que en infinidad de ocasiones cuantiosas células fueran desmanteladas por la Policía Alemana del SD y la «Sipo». De hecho como en la mayoría de sus acciones morían franceses inocentes y casi nunca ocupantes germanos (sus acciones se reducían a un 17% contra los alemanes y a un 83% contra sus compatriotas), además de arrasar hectáreas de cultivo y provocar crímenes como la Matanza de Voiron en la que murieron una anciana, niños y bebés, la popularidad de los resistentes entre la población fue muy escasa, siendo vistos por el pueblo como uno especie de «terroristas».

Como forma de contrarrestar a la Resistencia Francesa el Gobierno de Vichy fundó en 1943 la Milicia Francesa o «Milice Françoise» con 50.000 hombres armados al mando de Joseph Darnand que actuaron tanto en la «Zona Libre» como en la «Zona Ocupada», a veces destacando en acciones donde aplastaron a los «maquis» como por ejemplo ocurrió en la Batalla de Glières y en la Batalla de Vercors. Sin embargo estos voluntarios no fueron los únicas dentro de unidades paramilitarizadas que pelearon contra los partisanos porque hubo otras que también operaron sobre el terreno como la Legión Francesa de Combatientes, el Grupo de Reserva Móvil de la Gendarmería Francesa y la milicia rural de los «Guards Messiers». De igual forma existió un grupo francés adscrito a la Gestapo que se articuló en la Policía «Carlingue» al frente de Henri Lafont, la mayoría de cuyos agentes actuaron sobre la región del Loira.

La Milicia Francesa.

Junto con las milicias de la Francia de Vichy, también el Ejército Alemán que ocupaba el país levantó sus propias unidades para combatir contra los Aliados o contra la Unión Soviética. Por ejemplo dentro de Francia estuvieron desplegados 2.500 franceses del Cuerpo Motorizado Nacional Socialista (NSKK) que auxiliaron a los germanos conduciendo camiones, manejando grúas o vigilando los aeropuertos de la Fuerza Aérea Alemana (Luftwaffe); mientras que en la Marina de Guerra Alemana (Kriegsmarine) hubo otros 1.040 militares galos entre 160 ingenieros, 200 marinos, 680 técnicos. Al mismo tiempo las Waffen-SS crearon el Batallón SS de Granaderos Francés con 2.000 fusileros que combatieron en el Frente Oriental contra el Ejército Rojo, la mayoría en Galitzia y Bielorrusia; además de formarse la Legión Tricolor como una fuerza regular del régimen de Vichy que nunca llegó a pelear por falta de tiempo.

Desgraciadamente para el Mariscal Philippe Pétain su popularidad que siempre había estado muy alta durante la Segunda Guerra Mundial comenzó a decaer cuando el Ministro de Trabajo del Tercer Reich, Friz Sauckel, solicitó al Gobierno de Vichy entregar a un enorme cupo de ciudadanos franceses para trabajar en las industrias bélicas de Alemania. Así fue como a lo largo de la contienda 2.600.000 trabajadores estarían destinados a las factorías del Eje, de los que 850.000 lo hicieron sobre suelo alemán (entre estos sólo 168.000 voluntarios y el resto forzosos) y los demás en las Fábricas S dentro del territorio francés, salvo 25.000 que estuvieron destinados para la Kriegsmarine en puertos como Lorient, Brest, etcétera, sin contar con los 152.000 (con estos 17.000 magrebís) de la «Organización Todt» que construyeron la «Muralla Atlántica». Obviamente y para evitar tener que servir como peones los batallones de obreros para los alemanes, muchos no tuvieron más remedio que echarse a las montañas y unirse a los «maquis».

Auxiliar francés de la Fuerza Aérea Alemana (Luftwaffe).

Otro de los aspectos que minaron el prestigio de la Francia de Vichy durante la Segunda Guerra Mundial fue la participación activa del régimen en el Holocausto, sobretodo por iniciativa del Primer Ministro Pierre Laval desde la privación de libertades a los hebreos en el Estatuto Judío. Aproximadamente a lo largo de la contienda serían deportados unos 300.000 judíos franceses, de los cuales 77.000 perderían la vida en el campo de exterminio de Auschwitz o en el campo de concentración de Mathausen, siendo muchos otros alojados por la Gendarmería Francesa en campos de tránsito como Gurs, Rivesaltes, Drancy o Pithiviers, así como los 12.000 encerrados inhumanamente en el Velódromo del Invierno de París.

No obstante y a pesar tanto del envío de trabajadores a Alemania como de la actitud antisemita del régimen de Vichy, el anciano Mariscal Philippe Pétain contaba con la adhesión de la mitad de población, ya no sólo porque sabía que no podía hacer nada para evitar tales abusos, sino porque la alternativa a los Aliados no era percibida como una causa amable debido a los despiadados bombardeos de la aviación de Estados Unidos y Gran Bretaña sobre Francia que mataban a 10 franceses por cada soldado alemán caído. Solamente entre los años 1943 y 1944 murieron 100.000 ciudadanos galos bajo las bombas anglo-americanas, contabilizándose 870 personas en Saint-Etienne, 850 en París, 850 en Rouen, 600 en Lyon, 550 en Lille, 480 en Cambrai, 380 en Aviñón, 345 en Nantes, 300 en Chambery, 275 en Orleans, 260 en Nimes, 220 en Angers, 133 en Tours, etcétera, más 10.000 heridos y 120.000 personas desplazadas. A causa del terror el propio Pétain se desplazó hacia los barrios arrasados para ser recibido jubilosamente por la población al grito de «muerte a los ingleses» e incluso encontrando gran aceptación, pues los propios vecinos crearon el Comité Obrero de Socorro Inmediato (COSI) para financiar a las familias afectadas y buscarlas alojamientos provisionales, además de erigirse la Defensa Antiáerea Francesa (DCA France) con 2.000 artilleros del extinto Ejército Francés que protegieron sus núcleos urbanos e incluso derribaron algunos aviones enemigos.

Fin del Gobierno de Vichy

El 6 de Junio de 1944 se produjo la denominada «Liberación de Francia» con el desembarco de Normandía por parte de las tropas de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y otros países del bando de los Aliados, incluyendo algunas tropas de la Francia Libre. La famosa campaña que concluyó con el establecimiento de una cabeza de playa y la ruptura de la «Muralla Atlántica», continuó con una larga lucha sobre los setos normandos, los llamados «bocages», a lo largo de Caén, Carentán y la Península de Contentín, siendo en esta última el puerto de Cherburgo. Durante estos enfrentamientos el papel de la Francia de Vichy se redujo básicamente a mantener el orden en la retaguardia y a llevar a cabo acciones contra la Resistencia Francesa, resultando asesinado por los guerrilleros en su casa el Secretario General de Información y Propaganda Philippe Henriot, aunque rápidamente los paramilitares vichystas se vengaron matando como represalia a personalidades de la Tercera República como al masón Jean Zay en Allier o al ex-Ministro del Interior Georges Mandel en el Bosque de Fontaineblau. También algunas unidades de la Milicia Francesa combatieron en la Península de Bretaña contra 3.500 partisanos y 140 comandos libres, causándoles considerables bajas en la Batalla de Saint-Marcel, sin obviar a los auxiliares galos de la Compañía Taller que durante algunos choques acompañaron a la 21ª División Panzer.

Curiosamente las mejores formaciones de la Francia de Vichy que podían ser consideradas profesionales como el Batallón SS de Granaderos Francés y la Legión de Voluntarios Franceses se hallaban en el Frente Oriental de la Unión Soviética. Aunque el líder fascista Jacques Doriot del Movimiento Popular Francés intentó por todos los medios negociar con los alemanes para traer a los franceses de las Waffen-SS, en cuanto el Ejército Rojo desencadenó la «Operación Bagration» sobre Bielorrusia que propició el hundimiento del Grupo de Ejércitos Centro, las tropas vichystas combatieron a la desesperada, en ocasiones escribiendo heroicas hazañas como la Bobr en la que destruyeron numerosos tanques rusos T-34, antes de retirarse definitivamente hacia la seguridad de Polonia y Galitzia en Ucrania.

Voluntarios de la Milicia Francesa.

El Consejo de Ministros del Gobierno de Vichy se reunió por última vez el 12 de Julio de 1944 cuando tanto el Primer Ministro Pierre Laval como el Mariscal Philippe Pétain acordaron seguir con su política de colaboracionismo, pero al mismo tiempo ordenaron a sus gobernadores regionales y alcaldes a entablar contacto los Aliados para tener una transición pacífica ante lo que ya se vislumbraba como una debacle total del Tercer Reich. Al cabo de un mes de las instrucciones dadas por el régimen, el 15 de Agosto de 1944, las tropas de Estados Unidos y la Francia Libre desembarcaron sobre el antiguo territorio de la «Zona Libre» durante la llamada «Operación Dragoon», expandiéndose desde ese instante los franco-estadounidenses sobre Provenza y tomando los puertos de Toulon y Marsella, donde en ocasiones pelearon contra las fuerzas vichystas, las cuales a veces fueron víctimas de emboscadas por parte de los guerrilleros en el Macizo Central. De hecho al apoderarse los soldados estadounidenses y los partisanos de la ciudad de Lyon, un grupo de fanáticos de la Milicia Francesa se atrincheraron en el Hotel Majestic, rechazando todos los ataques durante varias horas hasta que fueron eliminados o se rindieron a los «maquis».

La evacuación de la Francia de Vichy comenzó a finales de Agosto de 1944 con miles de refugiados civiles y fuerzas militares colaboracionistas colapsando las carreteras y caminos en dirección a la frontera con Alemania, en donde todos fueron recibidos como refugiados, incluyendo el Mariscal Phiippe Pétain poco después de caer la capital de Vichy en manos del Ejército Estadounidense. Mientras tanto la Resistencia Francesa se lanzó a la insurrección en el llamado «Levantamiento de París», cuando miles de partisanos atacaron a los soldados alemanes y vichystas en la «Ciudad de las Luces» mientras la metrópoli era asaltada desde el exterior por los gaullistas de la 1ª División Blindada Francesa Libre. De hecho una vez la guarnición del Ejército Alemán capituló y el general Charles De Gaulle entró triunfal en París el día 25, un grupo de miembros de la Milicia Francesa y milicianos fascistas del Movimiento Social Revolucionario se hicieron fuertes en la Alcaldía y las azoteas aledañas, matando a varias tropas francesas libres y guerrilleros antes de ser todos aniquilados por los Aliados.

Arresto de un partisano por un miembro de la Milicia Francesa.

A finales del verano de 1944 toda Francia volvió a formar parte del bando de los Aliados Occidentales después de haber sido expulsados las últimas tropas alemanas que llevaban ocupando su territorio desde 1940. Durante los más de cuatro años de presencia del Ejército Alemán, el proyecto de la Francia de Vichy nunca terminó cuajando por incluir a dos generaciones muy distintas, por un lado los viejos conservadores de la Tercera República y por otro a las nuevas generaciones de jóvenes atraídos por el pensamiento fascista, sin contar con que la Segunda Guerra Mundial impidió a unos y a otros llevar a cabo sus recetas para un país que ya había sido vencido, independientemente de que el ganador final fuese el Eje o los Aliados.

 

Bibliografía:

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-Carlos Caballero Jurado, Carlomagno, García Hispán Editor (2002), p.9-130
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